martes, 7 de abril de 2015

EFECTO MARIPOSA CAPÍTULO 6

Capítulo 6
¨vence en mis tinieblas, con tu luz. Se mi fuerza hoy¨
Como digiste (Christine D´Clario)
Roger
No me gustan sus palabras, es como… digo yo no puedo hablar mucho de lo que es no tener pesadillas cuando cierro los ojos. Ella estuvo 6 años en un orfanato y yo en 4 en prisión, es obvio que las cosas que ves y vives ahí se quedan en tu mente.
10 años de mierda
Terminamos nuestra pasta en silencio, es un silencio cómodo, Carla levanta su vista hacia mí.
-lamento que tengas que cargar conmigo
-¿Quién dijo que eres una carga?
-bueno yo…
Ella de verdad lo siente, piensa que es una carga. Sé cómo es sentirse como una peste que otra persona tiene que cargar contigo.
-estarás a salvo y eso es lo único que me importa
Sus ojos brillan y sus mejillas se sonrojan. La sonrisa más hermosa estalla en su rostro, aunque baja su rostro aun la puedo ver.
-hice un trato con tu hermano y pretendo cumplirlo
En cuanto las palabras salen, me arrepiento. No debí hacer eso, pero tampoco puedo permitir que ella piense que significa algo para mí, eso la pondría más en peligro.
Las personas son idiotas cuando piensas que quieres a alguien.
Su sonrisa se esfuma. Puedo ver la derrota y tristeza en sus ojos.
-me gustaría tomar una ducha  ¿Hay tiempo?
-pedro traerá los pasaportes en un par de horas.
Se levanta y cuando va a recoger los platos le digo que yo limpiare la cocina, sin otra palabra toma la bolsa que Micaela le dio y se va a la segunda planta.
Me toma unos 20 minutos limpiar la cocina. No puedo sacar sus ojos de mi mente, saber que está invadiendo mi espacio por una extraña razón me gusta.
No comparto mi cama con nadie y cuando la idea de Carla en ella llega a mi mente me sienta bien.
Me dirijo a mi despacho, abro la caja fuerte, hay suficiente dinero para el viaje que he planeado, saco un teléfono desechable y hago la llamada que nos sacara de aquí
-pero si es el regalo del cielo-dice con una risa irónica- creí que Benny te mataría
-lamento decepcionarte
-me alegro, tengo un caso demasiado importante como para ir a tu entierro
-necesito un favor
-me siento como una prostituta solo me llamas cuando me necesitas-fije estar insultado pero lo conozco, sé que está sonriendo.
-bueno linda, solo para eso sirves tienes que venir aquí con tu lindo cul…
Me giro y allí esta Carla, su cara registra sorpresa. Me quedo paralizado, sus grandes ojos están fijos en los míos, son tan hermosos.
Su cabello esta húmedo por la ducha, le permito a mis ojos vagar por su cuerpo, lleva una blusa que abrasa sus curvas, me muestran lo que jamás será mío. Sus pantalones cortos se burlan al dejar sus piernas bronceadas y tonificadas, me encantaría envolver mis manos sobre su…
-¿Roger?-la voz de Christian me recuerda lo que Carla escucho-¿estas allí?
-perdón, como te decía necesito un favor-los ojos de Carla permanecen en los míos-necesito un par de armas, un auto  y tu jet
-¿estas huyendo?
Carla se acerca a la vitrina, sus ojos están fijos en los recortes de periódico que están enmarcados.
-¿Qué rayos paso con Benny?
-no puedo decirte por aquí, nos vemos en un par de horas.
Con eso cuelgo, no hay nada que pueda decir por teléfono, no quiero ser paranoico pero con estas cosas no sé si pueden grabar la conversación.
Parece que Carla quiere decir algo pero cierra la boca con la misma facilidad con la que la abrió.
Mi despacho simplemente no encaja con el resto de la casa, aquí están las fotografías y premios de los últimos 7 años de mi vida. Hay una gran fotografía que me tomaron al terminar mi primera carrera. Un estante lleno de trofeos y medallas.
En el fondo hay una mesa color caoba con un par de sillas grandes y cómodas, no hay más que un estante de libros. Es tan distinto el ambiente de esta habitación y por eso es mi lugar favorito.
-eres hermoso, me encantaría hacer un dibujo de ti-cuando dice la última palabra cierra sus ojos fuertemente-creo que acabo de decir eso en voz alta ¿cierto?
Sus mejillas se sonrojan, se ve tan linda cuando se avergüenza que no puedo evitar la sonrisa que se forma en mis labios, al parecer piensa en mí como algo hermoso. Eso me hace reír, ella sigue con sus ojos cerrados, cierro la distancia que nos separa en dos pasos.
-no soy hermoso. Y me encantaría que me dibujaras, supongo que tendremos tiempo de sobra en nuestro viaje
Sus ojos se abren y el aire de mis pulmones se evapora con el brillo de alegría que veo, se ve realmente preciosa con ese brillo.
Estamos tan cerca que podría besarla si tan solo me inclinara un poco, pero no puedo hacerlo, esto no debe pasar.
-debemos apresurarnos ¿podrías traerme la maleta que está debajo de mi cama?
Carla se aleja, parece un poco sorprendida como si la hubiera insultado. Antes de que pueda preguntar el por qué sale corriendo.
Escucho ruidos. No entiendo como Carla no la encuentra, me acerco a la puerta cuando una sombra en la cocina llama mi atención.
Me pongo en guardia, saco la pistola oculta que llevo en la espalda. Me acerco lentamente pegado en la pared hasta la cocina.
-¿en serio?-dice riendo, su risa hace que los bellos  de mi nuca se levanten –puedes dejar de jugar. Sé que no eres capaz de matar, ahora baja el arma
-¿qué haces aquí?-no bajo ni un centímetro el arma, la dejo en alto- no entiendo tu visita Ariadne
-claro que lo haces, tienes algo que es mío y vine por ella
-no tengo nada que te pertenezca
-mi amor, deberías saber que todo esto está saliendo realmente bien. Así que no seas estúpido y baja el arma, me llevare a la chica y después que acabe con ella, tú y yo podemos irnos de luna de miel
Su sonrisa me dan ganas de vomitar, no puedo creer lo estúpido que fui. Puedo justificar mi estupidez diciendo que tenía 15 años.
-¿para quién estas trabajando esta vez? Estas corriendo muchos riesgos al estar aquí así que dime quien es quien te pone en peligro
-que dulce, estas preocupado por mi seguridad-su sonrisa se hace más grande- cuando termine todo te prometo estar encerrada en una habitación… contigo para que me hagas todo lo que quieras
Como asfixiarte
-dime quien la quiere muerta
-¿muerta? ¿Es por eso que la proteges? ¿De verdad piensas que esa mosquita muerta que se te ha estado metiendo por los ojos está en peligro? –rueda sus ojos ¿eso te dijo? Zorra
-entonces ¿qué quieres de ella?
-ella sabe cosas… que mi jefe necesita-se acerca un poco a mí-y tu mi amor puedes ayudarme. Si me ayudas mi jefe podrá pagarte bien
-¿qué te hace pensar que te voy a ayudar?
-sé que me amas, harás lo que te pida
Ahora recuerdo el por qué no seguimos en contacto
Vacilo un poco, puedo obtener más información si le sigo el juego, pero ella querrá que haga algo.
El timbre de la puerta suena, esto se está poniendo cada vez mejor, seguramente Carla está escuchando todo desde las escaleras. Me quedo quieto, no hago ningún movimiento y Ariadne tampoco.
La puerta es abierta. Mis ojos inmediatamente viajan a la entrada, Pedro entra con una bolsa colgando de su hombro.
-veo que hay reunión-sonríe- no me invitaron
Así fue como Ariadne supo que Carla estaba aquí, ahora son dos. No hay manera de que pueda seguir con el juego, debo actuar rápido
-quiero entrar en el juego. Pedro ve por ella, está en el sótano
-no sabía que tenías un sótano-dice con una mueca
-lo tengo. Tienes que levantar la alfombra de mi oficina, hay un pasaje allí
-¡oh! Como las películas
Baja la pistola y se dirige a mi oficina. Bajo mi pistola, le sonrió a Ariadne. En cuento me ve se acerca más. Tomo sus manos y la presiono contra la pared
-mmm no sabía que te gustaba rudo. Soy una niña mala ¿Me castigaras?
Abro el cajón que está a mi derecha, rebusco entre los utensilios, no hay con que amarrarla, tengo poco tiempo.
Hay ruidos en la planta alta, pronto Pedro va a regresar y todo se abra acabado.
Mis dedos tocan una cinta adhesiva, envuelvo sus muñecas con la cinta, sus ojos arden con lujuria. Nunca la entenderé.
-haremos un juego ¿quieres jugar?
-si mi amor
-Te dejare en el cuarto de alacena. Le diré a Pedro que se lleve a la chica a donde quiera, que nos dé una hora y después nos uniremos a él.
-¡sí!-grita-pero quiero que me hagas un favor
-el que quieras
-mátalo, es tan inservible
Sus palabras son tan suaves, como si me estuviera contando un secreto que repudia.
La meto en el armario y ella gustosa se pone de rodillas, no sé dónde o con quien ha estado pero no es la primera vez que es sumisa. Cierro la puerta, pongo una silla que traba la puerta.  Corro al despacho. Pedro no ha subido lo que es bueno. Cierro la tapa y pongo el candado
Mis pulmones queman cuando subo las escaleras en tres segundos, la puerta de mi cuarto está cerrada. Abro lentamente, cuando estoy dentro me percato de dos cosas, uno mi lámpara no está y dos la ventana está abierta.
Asomo la cabeza por la ventana, Carla ella está pegada a la pared con los ojos cerrados, se ven tan pequeña aquí afuera.
-Carla ¿qué haces?
Sus ojos se abren en cuanto escucha mi voz, puedo ver la sorpresa y la alegría cuando me mira.
-iba a saltar pero acabo de descubrir algo
-¿y qué es?-digo divertido, se ve tan mortificada. Sus ojos abandonan los míos para mirar abajo
-que le temo a las alturas
Quiero reír pero no tenemos tiempo de eso, simplemente sonrió. Tomo su mano y ella se mueve lentamente hasta que está lo suficientemente cerca para que la pueda ayudar a bajar.
-y dime que ibas hacer con… ¿la lámpara?
-¿Qué? No tienes nada con lo que pueda defenderme
Esta vez me permito reír, parece indignada pero después de un segundo comienza a reír conmigo. Es tan hermosa
***
Cierro la puerta muy despacio, Carla ya está en el auto, tengo que empujarlo para no hacer mucho ruido. Carla se pone en la parte de atrás para no ser vista.
Cuando saco el auto a la calzada noto la camioneta estacionada enfrente. Esa camioneta es conocida.
Pedro
Me acerco a ella, las llaves están en el encendido. Debe tener información aquí.
Abro la puerta. En el piso hay una maleta pequeña. Miro a la parte de atrás, está limpia. Tomo la maleta pero antes de cerrar la puerta abro la cajuela.
Miro la cajuela, está limpia lo que es raro con tipos como este, levanto la tapa donde se supone que esta la llanta de refacción y bingo, una enorme bolsa negra esta oculta, un poco interesante.
Corro hasta el auto, pongo la bolsa y la maleta en el asiento del copiloto

-hace muchísimo calor aquí ¿Por qué tardaste tanto?

No hay comentarios:

Publicar un comentario