Capítulo 1
¨Mis ojos en ti fijare,
al ritmo de tu corazón caminare hacia a tu amor¨
Vives en mí (Evan Craft
& Nicole Garcia)
Carla
Miro a un
lado y luego al otro. Escucho otro ruido. Sé que alguien me sigue. Debo moverme
rápido. Miro hacia atrás, nada ¡Dos
pasos más! Avanzo sobre la calle, no hay nada más terrorífico que un callejón desierto.
Siento el
horrible hormigueo sobre toda mi piel, la sensación más espantosa, quiero llegar
a mi casa, enterrar mi cara en una almohada y llorar hasta quedarme dormida,
pero ya no tengo 12 años y debo afrontar mi realidad con la frente en alto.
Corro lo más
rápido que mis tacones de 10 centímetros me lo permiten, jadeó cuando llego a
la luz de la calle ¡Maldición! No hay nadie ni siquiera parecía que pasará un
alma.
-estoy
muerta- murmuro para mí.
A lo lejos
escucho un auto acercándose, se detuvo cuando el semáforo se puso en rojo. Este
es el mejor momento para correr Un minuto.
Eso es todo, estoy a dos metro aunque mis tacones harán mi escape nada
silencioso. Corro otra vez, ahora amo más a mi entrenador, nada mejor que una
carrera para que mis pulmones se sientan como fuego.
Entro al
auto justo cuando el semáforo cambia verde, jadeo un poco más, no tengo aire…
tomo una respiración más y abro mi boca para hablar.
-por favor
sácame de aquí-digo entre jadeos- por favor
Escucho el
auto en movimiento, Pongo una mano sobre
mi pecho, siento que mi corazón se saldrá en cualquier momento. Después
de tranquilizar mi respiración me permito mirar al conductor. Sé que es un
hombre por su mano grande sobre la manija de las velocidades, aun así tengo miedo
de lo que voy a encontrar
-hola- digo
girándome poco a poco ¡oh mierda!
Nada podría prepararme para lo que mis ojos ven, este hombre es hermoso. Mi
boca se seca más de lo que estaba por la agitación de la carrera, mi corazón se
acelera y no tiene nada que ver con el
miedo que sentía hace unos minutos, todo es por él-pp… perdón-
tartamudeo
-¿estás
bien?-pregunta en una suave voz, su voz es magnífica, tan magnifica que podría
ser un locutor de radio
Su perfil es
magnífico, no hay otra palabra que venga a mi cabeza para describirlo. Su
cabello entre rubio y castaño, una nariz respingada pero no femenina del tipo
de hombre que puede aparentar menos edad. Es delgado, bueno eso supongo, no
puedo mirarlo directamente, tiene unos magníficos brazos con músculos bien
definidos. Eso es lo que puedo ver en su playera negra que se ciñe en esos
deliciosos brazos bronceados. Este hombre es
¡M-A-G-N-I-F-I-C-O!
Me recuerdo a
mí misma que debo contestar antes que me pida que me baje.
-si-mi voz
es tan baja que no sé si me escucho
-¿estas
segura? Creo que no lo crees ni tu misma
Gira su cara
y ahora sé que podría morir, puede que ya esté muerta porque el parece un
ángel, vuelve su vista a la carretera, después se detiene. Y de nuevo me mira,
tiene unos hermosos ojos verdes con pequeñas motas color miel.
-¿Cuál es tu
nombre? No estas llorando. Escapaste de una fiesta… ¿alguien te hirió?
-¿Cómo sabes
que hui de una fiesta? –siento sus ojos recorrer mi cuerpo, un hormigueo se
extiende donde ha posado sus ojos, me siento desnuda y aunque debería sentirme
violada no es así.
-te ves como
una pequeña hada, linda-sonríe y siento como mis piernas se debilitan-habla
pequeña hada
-yo…
no-muerdo mis mejillas, suelto el aire y sé que debo confiar un poco en este
desconocido al fin y de cuentas el me acaba de salvar la vida- me quieren
matar. Me has salvado
-¿es
chiste?-ríe, cuando no rio con él, se esfuma cualquier signo de diversión en su
rostro-oh ¿es en serio?
Asiendo frenéticamente,
sé que debo parecer una niña de 8 años pero no me importa, él frota sus manos
sobre su rostro, ahora que tengo toda su atención tengo miedo, sus magníficos
ojos me miran una última vez antes de girar hacia la carretera. Una par de
minutos me permito hablar ya que el sigue mirando a la calle
-¿podrías
hacerme un favor?
***
El Sr.
Magnifico estaciona el auto en un pequeño motel, siento como mi cuerpo se afloja
poco a poco, no entiendo porque pero confió en el. Algo dentro de mí sabe que
estoy a salvo con él, es una locura ¡dios!
Ni siquiera se su nombre.
-¿cómo te
llamas?-pregunto girándome
-Roger-sonríe-te
toca pequeña hada
-Carla –su sonrisa
no lo abandona, muerdo mi uña, su sonrisa es tan magnifica que sonrió también- sé
que no debes ayudarme pero de verdad necesito ayuda, dos cosas más y puedes
irte
- ¿me estas
echando? Ouch -toca su pecho con una mano y finge estar herido-cariño ni
siquiera me has visto debajo de este auto y ya me echaste, perdón pero mi ego está
herido.
-lo siento,
soy descortés. Te estoy poniendo en peligro y lo único que has hecho es
ayudarme
Me mira
durante tanto tiempo o bueno así lo siento. Debo estar loca si pienso que
tendría una oportunidad con este hombre. Un toque en la ventanilla me hace
regresar a la realidad
-¿quieren
una habitación? Si no es así, deben irse-dice un hombre medio calvo, su camisa
a cuadros tan apretada en su vientre hace que mi estómago se revuelva
-una
habitación por favor- dice Roger-mí chica y yo tenemos una fiesta
Levanta sus
cejas y yo me ruborizo. Esto es tan humillante. El hombre se retira mientras
rasca su gran estómago. Roger me mira de nuevo, esta vez hay diversión en su
mirada, me ruborizo un poco más pero ahora sonrió.
-vamos. No
te dejare hasta que me cuentes todo. Seguramente estas en una aventura pequeña
hada y debo saber antes de poder decidir si irme o…
No termina
la frase, se baja del carro. Dejo salir un gran suspiro.
***
-¿tienes un
teléfono que me puedas prestar? Debo hacer una llamada
Después de
que el hombre nos entregara la llave de la habitación, fuimos al segundo piso
para encontrarnos una habitación medio destartalada. No es que me importará
ahora mismo el lujo, de hecho me hizo sentir mejor.
-claro-dice
entregándome un celular- solo no llames a china
Sonríe y yo
también. Doble mierda. Marco el número
de memoria, espero hasta que se va a buzón de voz
-hola, soy Estefany,
cariño cuando vendrás? Estoy esperándote-es repugnante pero gimo- estoy en la
habitación verde, estoy esperando… ven-cuelgo
Doy media
vuelta para encontrar a Roger sentado en la esquina de la cama mirando, no
puedo descifrar su mirada, pero sé que tiene preguntas y yo tengo un millón
más.
-¿qué
demonios fue eso?
-espera unos
minutos.
-¿me dirás
que ocurre?-pregunta sin apartar sus magníficos ojos de los míos.
-no puedo
soportar decirlo una vez, menos dos. Tienes que esperar un poco. Mejor háblame
de ti
Sus hombros
se tensan, su mirada cae al piso y ahora mismo me pregunto si es confiable, su
lenguaje dice que me esconde algo, no lo conozco pero puedo detectar las
mentiras a kilómetros. Este don me salvo hoy.
-no sé qué
decirte. Así que… ¿porque no vemos un poco de tv?
-¿cuántos
años tienes?-parece que mi boca no tiene filtro
-28 ¿cuantos
tienes tú?-no hay diversión, solo dolor y eso me eriza los vellos.
-22-digo en
voz baja-puedes hablarme… de… ¿en que trabajas?
Se rasca la
nuca pensando, parece que no quiere hablar y para alguien que no quiere hablar
como yo, debería respetar su privacidad pero mi curiosidad no me va abandonar,
este hombre me intriga. Hay algo en mí que me hace anhelar llegar a conocerlo,
pero como están las cosas seguramente será la primera y última vez que nos
toparemos en este mundo.
-soy piloto
-¿Qué piloteas?
¿Aviones?-pregunto. Su mirada sigue perdida en la alfombra, parece que es fascinante.
-autos de
carreras, soy un piloto de fórmula 1
Wow, no vi
eso. En realidad… el auto que conduce debería haberme indicado que él tiene
dinero. Digo, no se mucho de autos pero sin duda es una belleza.
-dios esto
es vergonzoso… ¿eres famoso?
Su carcajada
me hace dar un paso atrás, seguramente le parezco una niña tonta. Su risa muere
cuando la puerta se abre. Arranco mi mirada de Roger para llegar al hombre que está
en el umbral de la habitación
-Carla-dice Mario, da dos pasos en la habitación para
después cerrar la puerta. Su mirada va hacia Roger y su seño se frunce- ¿qué
demonios haces con este tipo? ¿Por eso usaste a Estefany? Sabes que con eso no
se juega
Está enojado
y yo solo quiero llorar. Tomo un paso hacia el pero no es como si quisiera tenerlo
muy cerca, mi corazón se agita con la anticipación.
-estaba en
la fiesta de Mónica cuando escuche a una chica preguntar por mí, estaba en la
cocina y ella no podía verme, pero yo sí, nunca la había visto. Dijo que era mi
amiga. Laura le dijo que me encontraba arriba. Ella subió y yo la seguí. Cuando
entro al cuarto de Mónica la oí hacer una llamada dijo que me encontraría, que
no debían preocuparse que me mataría. Que nadie se enteraría…
Deje de
hablar cuando necesite aire. Mario me abrazo. No pude contenerme más y comencé llorar.
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