domingo, 8 de marzo de 2015

EFECTO MARIPOSA capítulo 1

Capítulo 1
¨Mis ojos en ti fijare, al ritmo de tu corazón caminare hacia a tu amor¨
Vives en mí (Evan Craft & Nicole Garcia)
Carla
Miro a un lado y luego al otro. Escucho otro ruido. Sé que alguien me sigue. Debo moverme rápido. Miro hacia atrás, nada ¡Dos pasos más! Avanzo sobre la calle, no hay nada más terrorífico que un callejón desierto.
Siento el horrible hormigueo sobre toda mi piel, la sensación más espantosa, quiero llegar a mi casa, enterrar mi cara en una almohada y llorar hasta quedarme dormida, pero ya no tengo 12 años y debo afrontar mi realidad con la frente en alto.
Corro lo más rápido que mis tacones de 10 centímetros me lo permiten, jadeó cuando llego a la luz de la calle ¡Maldición! No hay nadie ni siquiera parecía que pasará un alma.
-estoy muerta- murmuro para mí.
A lo lejos escucho un auto acercándose, se detuvo cuando el semáforo se puso en rojo. Este es el mejor momento para correr Un minuto. Eso es todo, estoy a dos metro aunque mis tacones harán mi escape nada silencioso. Corro otra vez, ahora amo más a mi entrenador, nada mejor que una carrera para que mis pulmones se sientan como fuego.
Entro al auto justo cuando el semáforo cambia verde, jadeo un poco más, no tengo aire… tomo una respiración más y abro mi boca para hablar.
-por favor sácame de aquí-digo entre jadeos- por favor
Escucho el auto en movimiento, Pongo una mano sobre  mi pecho, siento que mi corazón se saldrá en cualquier momento. Después de tranquilizar mi respiración me permito mirar al conductor. Sé que es un hombre por su mano grande sobre la manija de las velocidades, aun así tengo miedo de lo que voy a encontrar
-hola- digo girándome poco a poco ¡oh mierda! Nada podría prepararme para lo que mis ojos ven, este hombre es hermoso. Mi boca se seca más de lo que estaba por la agitación de la carrera, mi corazón se acelera y no tiene nada que ver con el  miedo que sentía hace unos minutos, todo es por él-pp… perdón- tartamudeo
-¿estás bien?-pregunta en una suave voz, su voz es magnífica, tan magnifica que podría ser un locutor de radio
Su perfil es magnífico, no hay otra palabra que venga a mi cabeza para describirlo. Su cabello entre rubio y castaño, una nariz respingada pero no femenina del tipo de hombre que puede aparentar menos edad. Es delgado, bueno eso supongo, no puedo mirarlo directamente, tiene unos magníficos brazos con músculos bien definidos. Eso es lo que puedo ver en su playera negra que se ciñe en esos deliciosos brazos bronceados. Este hombre es
 ¡M-A-G-N-I-F-I-C-O!
Me recuerdo a mí misma que debo contestar antes que me pida que me baje.
-si-mi voz es tan baja que no sé si me escucho
-¿estas segura? Creo que no lo crees ni tu misma
Gira su cara y ahora sé que podría morir, puede que ya esté muerta porque el parece un ángel, vuelve su vista a la carretera, después se detiene. Y de nuevo me mira, tiene unos hermosos ojos verdes con pequeñas motas color miel.
-¿Cuál es tu nombre? No estas llorando. Escapaste de una fiesta… ¿alguien te hirió?
-¿Cómo sabes que hui de una fiesta? –siento sus ojos recorrer mi cuerpo, un hormigueo se extiende donde ha posado sus ojos, me siento desnuda y aunque debería sentirme violada no es así.
-te ves como una pequeña hada, linda-sonríe y siento como mis piernas se debilitan-habla pequeña hada
-yo… no-muerdo mis mejillas, suelto el aire y sé que debo confiar un poco en este desconocido al fin y de cuentas el me acaba de salvar la vida- me quieren matar. Me has salvado
-¿es chiste?-ríe, cuando no rio con él, se esfuma cualquier signo de diversión en su rostro-oh ¿es en serio?
Asiendo frenéticamente, sé que debo parecer una niña de 8 años pero no me importa, él frota sus manos sobre su rostro, ahora que tengo toda su atención tengo miedo, sus magníficos ojos me miran una última vez antes de girar hacia la carretera. Una par de minutos me permito hablar ya que el sigue mirando a la calle
-¿podrías hacerme un favor?
***
El Sr. Magnifico estaciona el auto en un pequeño motel, siento como mi cuerpo se afloja poco a poco, no entiendo porque pero confió en el. Algo dentro de mí sabe que estoy a salvo con él, es una locura ¡dios! Ni siquiera se su nombre.
-¿cómo te llamas?-pregunto  girándome
-Roger-sonríe-te toca pequeña hada
-Carla –su sonrisa no lo abandona, muerdo mi uña, su sonrisa es tan magnifica que sonrió también- sé que no debes ayudarme pero de verdad necesito ayuda, dos cosas más y puedes irte
- ¿me estas echando? Ouch -toca su pecho con una mano y finge estar herido-cariño ni siquiera me has visto debajo de este auto y ya me echaste, perdón pero mi ego está herido.
-lo siento, soy descortés. Te estoy poniendo en peligro y lo único que has hecho es ayudarme
Me mira durante tanto tiempo o bueno así lo siento. Debo estar loca si pienso que tendría una oportunidad con este hombre. Un toque en la ventanilla me hace regresar a la realidad
-¿quieren una habitación? Si no es así, deben irse-dice un hombre medio calvo, su camisa a cuadros tan apretada en su vientre hace que mi estómago se revuelva
-una habitación por favor- dice Roger-mí chica y yo tenemos una fiesta
Levanta sus cejas y yo me ruborizo. Esto es tan humillante. El hombre se retira mientras rasca su gran estómago. Roger me mira de nuevo, esta vez hay diversión en su mirada, me ruborizo un poco más pero ahora sonrió.
-vamos. No te dejare hasta que me cuentes todo. Seguramente estas en una aventura pequeña hada y debo saber antes de poder decidir si irme o…
No termina la frase, se baja del carro. Dejo salir un gran suspiro.
***
-¿tienes un teléfono que me puedas prestar? Debo hacer una llamada
Después de que el hombre nos entregara la llave de la habitación, fuimos al segundo piso para encontrarnos una habitación medio destartalada. No es que me importará ahora mismo el lujo, de hecho me hizo sentir mejor.
-claro-dice entregándome un celular- solo no llames a china
Sonríe y yo también. Doble mierda. Marco el número de memoria, espero hasta que se va a buzón de voz
-hola, soy Estefany, cariño cuando vendrás? Estoy esperándote-es repugnante pero gimo- estoy en la habitación verde, estoy esperando… ven-cuelgo
Doy media vuelta para encontrar a Roger sentado en la esquina de la cama mirando, no puedo descifrar su mirada, pero sé que tiene preguntas y yo tengo un millón más.
-¿qué demonios fue eso?
-espera unos minutos.
-¿me dirás que ocurre?-pregunta sin apartar sus magníficos ojos de los míos.
-no puedo soportar decirlo una vez, menos dos. Tienes que esperar un poco. Mejor háblame de ti
Sus hombros se tensan, su mirada cae al piso y ahora mismo me pregunto si es confiable, su lenguaje dice que me esconde algo, no lo conozco pero puedo detectar las mentiras a kilómetros. Este don me salvo hoy.
-no sé qué decirte. Así que… ¿porque no vemos un poco de tv?
-¿cuántos años tienes?-parece que mi boca no tiene filtro
-28 ¿cuantos tienes tú?-no hay diversión, solo dolor y eso me eriza los vellos.
-22-digo en voz baja-puedes hablarme… de… ¿en que trabajas?
Se rasca la nuca pensando, parece que no quiere hablar y para alguien que no quiere hablar como yo, debería respetar su privacidad pero mi curiosidad no me va abandonar, este hombre me intriga. Hay algo en mí que me hace anhelar llegar a conocerlo, pero como están las cosas seguramente será la primera y última vez que nos toparemos en este mundo.
-soy piloto
-¿Qué piloteas? ¿Aviones?-pregunto. Su mirada sigue perdida en la alfombra, parece que es fascinante.
-autos de carreras, soy un piloto de fórmula 1
Wow, no vi eso. En realidad… el auto que conduce debería haberme indicado que él tiene dinero. Digo, no se mucho de autos pero sin duda es una belleza.
-dios esto es vergonzoso… ¿eres famoso?
Su carcajada me hace dar un paso atrás, seguramente le parezco una niña tonta. Su risa muere cuando la puerta se abre. Arranco mi mirada de Roger para llegar al hombre que está en el umbral de la habitación
-Carla-dice  Mario, da dos pasos en la habitación para después cerrar la puerta. Su mirada va hacia Roger y su seño se frunce- ¿qué demonios haces con este tipo? ¿Por eso usaste a Estefany? Sabes que con eso no se juega
Está enojado y yo solo quiero llorar. Tomo un paso hacia el pero no es como si quisiera tenerlo muy cerca, mi corazón se agita con la anticipación.
-estaba en la fiesta de Mónica cuando escuche a una chica preguntar por mí, estaba en la cocina y ella no podía verme, pero yo sí, nunca la había visto. Dijo que era mi amiga. Laura le dijo que me encontraba arriba. Ella subió y yo la seguí. Cuando entro al cuarto de Mónica la oí hacer una llamada dijo que me encontraría, que no debían preocuparse que me mataría. Que nadie se enteraría…

Deje de hablar cuando necesite aire. Mario me abrazo. No pude contenerme más y comencé llorar.

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