-qué?-pregunto desconcentrado, no estaba segura si era porque estaba loca , evitando el tema o estaba pensando más allá de la foto-que? A quien quiero?
-Que si quieres a Liz-remarque mi pregunta
-no deberíamos de hablar de esto-se dirigió al cuarto de huéspedes-deberíamos dormir-dijo desde la puerta
-porque no quieres hablar de ella conmigo? Siempre hemos hablado de nuestros sentimientos, de las parejas, nos contamos todo y nos contestamos con la verdad. –me levante del sillón-no entiendo porque ahora evitas el tema
-las cosas han cambiado, Carly-suspiro de nuevo-nosotros cambiamos-cerró la puerta del cuarto
No importa el porqué de sus palabras, los sentimientos quedaron en el aire
Me dejo allí en la sala con esas estúpidas palabras resonando en mi cabeza, porque me decía que habíamos cambiado? Yo no sentía el cambio, será que el cambio y yo… y yo ya no encajaba en su vida?
Acaso Liz le metía ideas en la cabeza? Eso de ¨eres su enemiga¨? Y desde cuando yo era la villana?
Será que olvido que en la secundaria ella me empujo por las escaleras? El no pudo olvidar que me visitaba por las tardes para ponerme al día, ya que yo termine con un yeso.
Podía ser que yo cambie pero nunca había sentido el cambio, bien en esos últimos meses había sido una loca que olvido a su mejor amigo por intentar hacer ¨la boda del año¨ que ya no existiría.
Creía saber que pasaba pero al parecer me equivocaba…
Al otro día me levante con la sensación de nostalgia, revise mi cuarto con la mirada, ese había sido mi hogar durante tanto tiempo, no sabía como lo había vendido, como era posible que lo iba a dejar. Allí estaba parte de mi historia, tenia tantos, y tantos recuerdos.
Recuerdo que estaba decidida a independizarme, tenia los 18 años, y ya tenía tantos sueños, mi tía me había dado trabajo en la boutique, estaba empezando a estudiar diseño, y sentía que las cosas no podían ir mejor, un día caminaba junto con Roger, por esas calles, vimos el letrero ¨planta baja, 2 cuartos, un baño, una amplia cocina y sala etc¨
Sin dudarlo entramos, ambos pensamos que era ideal para mí.
La dueña quería venderlo, decía que era un simple departamento que su esposo había comprado solo para ganarle a otra persona, no quería mucho con la fortuna que su marido le había heredado era feliz, pedía muy poco pero, yo no tenía ni eso
Roger me dijo ¨yo me encargo¨ y durante 15 minutos hablo con ella, me hicieron un presupuesto de lo que yo le podía pagar en los próximos 4 años, Roger era un magnifico negociador, le pague como una renta durante esos 4 años, cuando la señora me entrego las escrituras me dijo ¨tu novio fue muy inteligente, me pago el 40% al día siguiente de entregarte el departamento, no lo dejes ir¨ solo pude sonreírle, ya que estaba en shock. Roger jamás dejo que le pagara dijo que era un regalo por mi independencia.
Y ahora, yo lo vendería. Al otro día tenía que estar solo.
Me arrepentí tanto. Era una tonta! Como podía vender mi departamento, había vivido en el casi 10 años. Toda una vida.
Los ruidos de afuera interrumpieron mi melancolía, Salí y lo vi allí parado mirándome, con un short deportivo y una playera sin mangas, se notaba que estaba yendo al gym.
Era obvio que la saco de del closet, donde había un montón de ropa del él.
-buenos días-se paro en el marco de la puerta-que haremos hoy?-dijo con su sonrisa y un poco de ironía en su voz
Parecía que había olvidado de todo el drama de la noche anterior, parecía olvidar que me había dejado con sus últimas palabras en mi cabeza, con un montón de ideas.
-romper mis estúpidas decisiones, con las locuras que me propones-respondí
Me hizo una mueca rara, de esas donde mueve los ojos y la boca hace como un puchero, rio un poco y movió su cabeza de un lado a otro.
-ven-dijo
Yo me acerque un poco me jalo sin lastimarme, me abrazo y sentí una nostalgia inmensa, pero esta era buena, me hizo sentirme segura, estaba segura a su lado.
Me abrazaba como siempre soñé que un hombre lo hiciera, un sensación rara me invadía, sentí un parloteo en el estomago. ¨tengo hambre, eso debe ser¨ me dije.
-hiciste de desayunar? Muero de hambre!-se separo de él y me sonrió, rio un poco-que?-chille
-esas palabras son mías!-me soltó y otra sensación me invadió.
Estas sensaciones cada vez eran más raras, no las había sentido jamás!
Esa sensación que sentí era como de abandono o soledad, por un momento creí que lo extrañaba
Quería sentir sus brazos, otra vez quería que me abrazara y que jamás me soltara. Necesitaba sentir su calor.
-que quieres de desayunar?-me desconcentro-pedimos o salimos-pregunto
-vamos al café-dije
Ambos fuimos a cambiarnos, no tardamos mucho. La verdad no tenía muchos ánimos de salir pero necesitaba despejar mi mente, llevaba 2 días en ese lugar, y la verdad ya sentía que me estaba volviendo loca.
Llegamos al lugar y nos sentamos en el lugar de siempre, nos encantaba ese lugar, pedimos nuestras cosas y continuamos con una plática, de cosas banales.
-está un cuarto solo, donde puedes poner las cosas más indispensables, todo aquello que necesites mas-dijo-además el armario de ese cuarto es enorme
-jaja te juro que no lo llenare-me hizo una mueca
-eso dices!-soltamos la carcajada los dos!
El mesero llego con el desayuno, y comenzamos a comer, de verdad teníamos hambre
-en el ático tengo unas cajas que mi mama me mando-dijo-allí podemos poner los muebles-tomo un pedazo de fruta que se llevo a la boca, después de pasarse el bocado sonrió-me podrías ayudar después a ver que hay en esas cajas? Supongo que habrá cosas de los dos.
-supongo que así será, tal vez sean fotos de los dos, desnudos en la alberca-solté la carcajada
-Carla medina! Por dios!-no paraba de reír- teníamos 7 años!
-tú le buscaste el morbo! Jajaja, así que cállate!
-hay dios! Si así nos ponemos en solo pensarlo, no quiero saber cómo nos pondremos cuando de verdad sean esas fotos.
Seguimos platicando de nuestra infancia y más, hasta que salió el nombre de Liz.
-dina, ayer me preguntaste si quería a Liz, no?-ascendí con la cabeza-la quiero mucho!, y antier le propuse matrimonio-me lo dijo sin anestesia.
Se me cayeron los calzones en ese momento, otra bomba me dio en la cabeza, como era posible que se vayan a casar!? Apenas y estaba haciendo el intento de aceptar la situación de que salían, y ahora me entero que se iban a casar!
De pronto todo se transformo en temor y angustia. Porque me angustiaba?
Puse la misma cara que él puso cuando le dije que me casaba con Arturo.
-felicidades-fue lo que pude escupir-si la amas, pues… me alegro!
Ojala no se hubiera oído tan hipócrita.
Unas ganas inmensas de llorar llegaron a mis ojos, pero me resistí, no podía dejar que eso pasara
-en serio?-pregunto asombrado-te alegras?
-claro que sí!-me levante y lo abrace
De nuevo tenía sus brazos sobre mí, esta vez no pude detener el llanto, unas lágrimas brotaron, me levanto el rostro con su mano.
-porque lloras?-pregunto-acaso mientes? No te alegras?
-no, eso no es. Lo que pasa…-mil excusas pasaron por la mente pero ninguna era buena- me da nostalgia que ahora te compartiré!
No supe de verdad como sonó todo eso, en el interior era de verdad, ahora lo compartiría y era porque yo lo había dejado ir.
-hay dina!-me abrazo de nuevo-aunque me case siempre estaré para ti.
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