Qué pasa cuando te enamoras? Quieres estar cerca de esa persona en todo
momento, tu mente juega contigo y siempre lo tiene presente, cuando lo ves
pones una sonrisa que no puedes fingir cuando no te gusta algo, es increíble lo
que tu cerebro hace, el dicho dice que es el corazón, pero yo conozco el
corazón, es simplemente un órgano no tiene nada que ver cuando te enamoras! todo
es parte de lo que tu cerebro hace, el cerebro manda una señal a tu cuerpo para
decirle a tu conciencia o más bien a tu inconsciencia que estas enamorada, manda
la señal a tu corazón para que agilice su palpitar, manda la señal a tus manos
que suden! Para qué? Aun no lo sé, después la manda a tus piernas que tienen
que temblar. Sinceramente no me gusta enamorarme, sé que es enamorarse porque
lo he estado, y puede que parezca
insensible y hasta loca al decir que el amor es simplemente una enfermedad , así
como la gripa, te puede dar unas cuantas veces en tu vida si te cuidas o puedes
tenerla casi toda tu vida. Afortunadamente a mi no me pasa eso, se cuidarme.
-y? que te parece?
-que que me parece? Esta fría-dijo con una enorme sonrisa maquiavélica
después de terminar de leer el escrito
-perfecto!-después de terminarse de comer las uñas por fin
pudo salir la sonrisa que guardaba-gracias
-no creo que lo a hayas escrito tu- miro por encima del
papel, aun seguía analizando lo leído.
-que!?-se levanto del sillón de un solo brinco. Estaba
dudando de su talento después de pedirle un millón de veces que leyera algo
suyo-claro que es mío!-no podía de dejar de sentirse enojada, había plasmado
sus sentimientos allí.
-mira Carla se que no es lo que sientes, de que revista te
lo sacaste?-dejo la carpeta en el escritorio-creí que querías una oportunidad.
Esta era tu oportunidad!
-tú que sabes si es lo que siento? Quieres que te diga de mi
boca las verdaderas palabras que no lees en mi ensayo?-volvió a sentarse en el
sillón.
Estaba decidida a no perder esa oportunidad, había caído en
el juego de suplicar a su jefe que le diera la oportunidad de escribir algo más
que la columna de ¨bodas¨ del periódico. El simplemente le dijo, ¨dime que es
para ti el amor¨ ella pensó que era absurdo pero no podía decir que no.
Durante 2 días se puso de nervios al tener que plasmar una
parte de sus sentimientos en un papel, cuando se sentaba en escritorio
dispuesta a escribir solo le venía a la mente la última comedia romántica que
había visto, eso en vez de ayudarla la desmotivaba.
-sí, quiero saber-se reclino en su silla. La conocía y creía
saber que ella nunca podía pensar eso, Carla siempre había sido la típica niña romántica
frente a sus ojos-te escucho.
-ok Roger escucha-respiro profundamente- y escucha muy bien-
su cerebro la estaba traicionando, no le salían las palabras y su mente estaba
en blanco.
Roger y Carla se conocían desde la primaria, habían sido
vecinos durante muchos años, el era mayor que ella por unos cuantos años eso lo
hizo llegar al periódico antes, escalando
a paso veloz hasta convirtiéndose
en el director de redacción.
-bueno no siento exactamente eso, siento peor! No creo en el
amor, toda la explicación de que el cerebro es quien hace esto es porque yo me
lo he repetido millones de veces después de que me rompieran el corazón. Mi
conciencia me dice una y otra vez ¨te lo dije¨ estoy cansada de escribir sobre
bodas porque no creo en el amor, allí puedes comprender que buena escritora
soy! Que no lo vez!? Yo ya no puedo creer en el amor, cuando…-tomo aire, le
faltaba estaba parada allí tomando el valor que le había faltado durante
años-sigo enamorada de ti y tú nunca te das cuenta! Éramos amigos! Y de repente
te convertiste en mi jefe! En el peor jefe del mundo! Te hiciste frio conmigo,
y eso hizo que yo me hiciera en esto, un tempano de hielo, así de simple.
Se levanto de su asiento dispuesta a salir sin mirar atrás,
mientras el no decía nada, ni una sola palabra había salido de su boca, y eso
le preocupaba. Debía tomar conciencia de lo que acaba de decir porque aunque
quisiera ya no podía hacer nada, solita cabo su tumba.
-Roger, renuncio.
Salió de la oficina, feliz de haber revelado por fin su más
grande secreto, el que le venía atormentando desde años, se había dicho que lo
había olvidado pero no era verdad. No le importaba el hecho de que acaba de
renunciar y eso indicaba que no tendría como pagar las cuentas, estaba segura
que con su experiencia la contratarían inmediatamente. Y posiblemente le darían
la oportunidad que Roger no le dio.
Roger no
puede negar mi buen trabajo solo por
haberle dicho que lo amaba, tiene que darme buenas referencias.
-y que paso? Que te dijo?-La intriga la comía, no podía
perder tiempo, era su mejor amiga y estaba igual o más nerviosa que ella. No
pudo seguir con su trabajo hasta que Carla saliera de esa oficina.
-dijo que yo no lo había escrito, luego de confesarle que lo
amo se quedo mudo… -comenzo a caminar- ah y después renuncie.
-que ¿renunciaste? Qué te pasa Carla!?-le seguía los pasos
por toda la sala, tratando de no hablar para que sus compañeros no
escucharan-te has vuelto loca?
-simplemente hice lo que debía hacer hace mucho tiempo!-por
fin detuvo sus pasos, quedando nuevamente enfrente de la oficina de Roger- y
sabes vane. No me arrepiento
-ok, ok se que la adrenalina se apodero de ti pero aun
puedes retractarte. Aun no sale y…
-no vane, simplemente ya no podía guardar…
Se quedo muda al ver a Roger saliendo de su oficina. Se dirigió hacia
ellas, Vane huyo en cuanto el cruzo su mirada hacia ella.
-podemos hablar?
-ya no hay nada que hablar-agacho la mirada aun le imponía
que el le hablara
-si hay, Carla tengo que decirte…
La sala completa los observaba, parecía que sería el tema de
conversación en cuanto entraran a la oficina. El hecho que se hablaran de Tu
indicaba confianza, y en aquella sala los chismes de parejas era lo más
comentado.
-Srita Medina entre por favor y ustedes a trabajar que para
eso les pago.
Carla siguió los pasos de Roger de regreso a su oficina.
En cuanto cerró la puerta ambos pudieron sentir los zumbidos
de las habladurías en sus oídos.
-que pasa Sr. González?-dijo en tono sarcasmo.
-Carla no puedes renunciar, me gusto-se sentó frente a ella,
estaban frente a frente, el no se sentó en la silla de jefe si no en la que
estaba a su lado, tratando de romper la barrera-como defendiste tus
pensamientos.
-perdón Roger pero ya no puedo trabajar aquí… tengo años
atorada en el mismo puesto siento que no me aprecias…
-es todo lo contrario-se llevo sus manos a la cabeza- una de
las razones por la que no te cambiaba de puesto era porque se de tu
potencial, estaba seguro que en cuanto
empezaras con una columna las revistas y mas periódicos te llevarían.
Carla escuchaba detenidamente las palabra de Roger, estaban
mirándose fijamente sin decir ni una sola palabra, el momento incomodo estaba
pasando. Y ahora ella no podía despegar sus ojos de aquellos hermosos ojos
verde esmeralda.
-como es eso de que ¨sigo enamorada…¨?
-una de las razones….?
Ambos habían cruzado palabra al mismo tiempo, no sabían
quien debían responder, o si era bueno responder.
-bueno yo… estuve enamorada de ti
en la secundaria, digo eso sentía-bajo la mirada pero aun así se le veía la
sonrisa y el rubor en sus mejillas- después de que me besaste creí, bueno que
me invitarías a salir.
-no pude, lo pensaba hacer solo
que tu hermano me dijo ¨sales con mi hermana y te rompo la cara¨-ella levanto
la cara, su cara de confusión decía todo- otra de las razones es… que si te
ibas jamás volvería a verte y eso me dolería más que la golpiza de tu hermano.
Estaba confundía, cuando se fuera
a donde? Y su hermano había sido capaz de hacer algo así? Como él se había
enterado de las intenciones de Roger y la ultima, el si estaba dispuesto a
invitarla a salir?
Ahora no había momento incomodo
simplemente había sinceridad, se estaban confesando sus mas íntimos secretos.
-esos eran tus motivos?
- lo sé ahora suenan tan tontos
-y dime porque cuando decidí
quedarme no…
-Carla me enamore de ti de una
manera tan dolorosa que me acostumbre a sufrir, cuando nos convertimos en
amigos podía contemplarte sin ningún riesgo de perderte
-y después me perdiste. Así como
ahora
Carla se levanto y se fue esta vez
Roger no la detuvo.
*
-Carla? Sigues ahí? Mira Carla que
si me has colgado te matare
-cálmate vane, sigo aquí.
-Carla no me estabas poniendo
atención verdad?
-vane estoy ocupada te molesta si
te llamo más tarde?
-está bien, ah solo una cosa más, Roger
volvió a preguntarme por ti. ¿Qué le digo?
El silencio se volvió hacer
presente, Carla se volvió a quedar muda, vane vio venir a Roger y colgó el
teléfono.
-llego esta nota, puedes averiguar
de qué se trata?-le dejo una carpeta sobre el escritorio.
-ok yo me encargo-retomo el
trabajo que estaba haciendo en la computadora
-ah y Srita. Andreu y del otro
tema, espero tener noticias
En cuanto Roger cerro la puerta
vane se relajo. Por instrucciones de
Carla no le había dicho nada. El había recomendado a Carla en las revistas más
prestigiadas, no se animaba a levantar el teléfono y llamarla.
-Sr González, la Srita Andreu pide
verlo, la dejo pasar?-Claudia cada día se ponía más nerviosa al avisarle a su
jefe quien quería verlo, y no era por su reacción si no por sus palabras.
-dígale que si no me tiene
noticias sobre el asunto que no ha
podido resolver no pase, la nota de hoy es para mañana.
Roger siguió concentrado en sus
asuntos, ya había perdido la esperanza de que vane le diera noticias de Carla.
Para su sorpresa esta vez vane entro. Sintió el nudo de la corbata apretada, no
podía respirar, la presencia de vane lo intimido.
-Carla ya llamo, y bueno como no
dijo que no le dijera nada, pues… está trabajando en la revista Boom! De hecho hoy
vamos ir a cenar juntas, en el restaurante Argentilia, si quiere llegue
como a las 8:15. Ah! Y rosas blancas.
Sin más que decir vane se fue.
Roger paso el resto de la tarde pensando en si iba a ir o no. Termino armándose de valor y fue. Vestido de un traje negro con una
camisa azul entro, en la mano traía un rosa blanca.
-quizás acepte, mira será como
empezar de cero
-otra vez? Carla acabas de empezar
de cero hace 2 meses! Oh dejar a Roger con la palabra en la boca no era
¨comenzar de cero!¨?
-sí pero a pesar de eso, no lo he
podido olvidar, se que el jamás vendrá y me pedirá que pase algo más que…
-ser amigos?-estaba parado detrás
de ella, con todos los nervios encima.-bueno no sé si seguimos siendo amigos
pero quiero ser algo más que eso.
-bueno yo… me voy… tengo otro
compromiso
Vane se levanto de mesa, mientras Carla
se la comía con la mirada, Roger tomo el asiento que vane desocupo.
-Carly por favor dime algo. Dime
podríamos ir a… podríamos tener una cita…
-bueno digamos que si acepto salir contigo, y Erick viene, esta vez
no te asustara?-contuvo la risa, sabía que estaba cediendo.
-a estas alturas, no –sonrió y
esta vez el mundo de Carla volvió a girar en torno al amor- podríamos decir que
esta cena es una cita
-esta vez diremos que sí.
* Esta historia fue escrita hace
mucho tiempo, díganme les gustaría que la continúe?*
No hay comentarios:
Publicar un comentario