-Carla
que haces aquí?-se sentó en un columpio- te estás aburriendo en el funeral?
-Creo-miro
al pasto y negó con la cabeza, lucia era tremendamente increíble!
-que
te pasa?
-lucia
tú tienes la culpa!
-yo?
Porque?-comenzo a mecerse
-si!
Tú! Yo era muy feliz siendo su mejor amiga, sin asociarlo con la palabra ¨amor¨
-ah!
Eso! Carly tu solo te estabas engañando simplemente yo te quite la venda de los
ojos, eso es todo
-y
porque tenias que hacerlo?
-bueno,
algún día te darías cuenta y pues te arrepentirías de no haberlo visto
antes-comenzo a disminuir su velocidad- y podrías morir
Lucia
se estaba convirtiendo en una persona realmente importante en la vida de Carla
sin duda su amistad le estaba haciendo bien, le estaba regresando las razones
para vivir.
-no
sé si sea el mejor día para decírtelo, ya que estas en vuelta en drama, pero
quiero que seas la primera en saberlo!
-estas
embarazada?-la volteo a ver, con los ojos muy abiertos
-que!?
No, miguel me pidió matrimonio-le mostro su mano donde ya reposaba un hermoso
anillo de compromiso.
*
-y
ese portazo?-no podía esconder su sonrisa-Roger donde esta Liz?
-se
fue-se dejo caer en el sillón-para siempre!
-hay
hijo!-se sentó a su lado, quería poner mil caras, expresar nostalgia, tristeza
preocupación, pero su alegría no la dejaba.
-hay
mamá-soltó una carcajada, de esas que significan que tu alma ya descansa-tu
nunca la quisiste!
-claro
que la quise!-volteo un poco la cara
-tu
sonrisa dice lo contrario
-bueno,
que esperas! Esa mujer le hizo la vida imposible a la pobre de carlita y tu
luego sales con que la amas!
-nunca
la ame-se llevo las manos a la cabeza-yo solo he amado a una mujer
Un
recuerdo invadió a Roger.
-recuerdas
el día que Carla nos dijo que se casaba?-lupita ascendió con la cabeza-ese día
mi tío Carlos me dijo que quería hablar conmigo, me dijo que esperaba en el
despacho, me pidió que impidiera esa boda que me casara con Carla…
-qué
pasa?-pregunte al cerrar la puerta
-mira
hijo, yo se que amas a Carla…-dijo sin aun dejarme sentar
-tío
yo…
-oye!
Yo no quiero mentiras, te conozco bien, se perfectamente lo que sientes por mi
hija-dijo-la quieres más que una amiga
-está
bien. La amo.-me senté en la silla que quedaba frente a él.
-y
que piensas hacer?-repase sus palabras en mi cabeza-si la amas que harás para
impedir esa boda?
-ella
no siente lo mismo que yo
-entonces
dejaras que se case con otro!?
-yo
no puedo obligarla a quererme-se levanto y encendió un puro-ella es feliz con él,
si ella es feliz, yo… yo también-deje escapar un suspiro.
-estos
jóvenes de hoy!
-yo
sabía que era estaba loco al dejarla ir, pero la vida y Dios no estaban de mi
lado.
*
-lu
felicidades!-Carla se levanto del columpio y la abrazo
-gracias!
-Por
lo menos ustedes si serán felices-puso una sonrisa en su rostro, estaba feliz
por ellos pero no podía evitar sentirse mal, al estar rodeada de bodas-no crees
que es muy rápido?
-si-suspiro-pero
es que todo ha sido tan mágico, el día que lo conocí, me enamoro-sonrió y soltó
un pequeña risa-yo no creía en el amor a primera vista hasta que lo vi.
-pues
me alegro mucho, y este fue el mejor día para decírmelo!
*
-Roger
donde estabas?-parecía preocupado, pero porque? No se había ido dos días, si no
una hora
-con
Liz -sonrió a más no poder- papá, terminamos
-terminaron?
Pero cómo? Mañana se casan!-todas las miradas cayeron sobre ellos, la mitad de
la sala estaba invitada a la boda-que locura estás diciendo Roger?
Ahora
si se sentía como un pez en una pecera, con todo mundo viéndolo, esperando a
ver que decía o que hacía, lupita iba de tras de él, con la mayor sonrisa que
su hijo le habría podido regalar, hasta rubí estaba sorprendida, no por el
escándalo en el funeral de su esposo, si no por la reacción que pudiera tener Carla,
y Carla? Gracias a dios estaba en el patio con lucia, sin saber el alboroto que
se estaba creando adentro.
Roger
miro a todos, y se armo de valor.
-sí,
la boda se cancela…-nadie decía nada, estaban allí parados mirándolo-mañana no
habrá boda
-otra
vez nos quedamos sin ir a una boda!-se escucho una voz que Roger no pudo
reconocer-2 bodas canceladas en menos de 6 meses!, que le pasa a los jóvenes de
hoy!-y ese pequeño grito si lo reconocí, era su hermano, si su propio hermano,
y era algo típico de Fer.
-sí,
los jóvenes de hoy-soltó una risita, que llamo más la atención de los
presentes-bueno... Yo… compermiso
-que
funeral más loco-y rubí parecía disfrutarlo- está en el patio-le dijo sonriendo
Roger
le agradeció con un beso en la mejilla y se fue al patio.
-tenias
que morirte para que estuvieran juntos?-y ahora era ella quien reía , mientras
todos la miraban-que? En los funerales no solo se llora si no se ríe al
recordar a los que ya se fueron.
-¨todo
tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora¨-le dijo
lupita –eclesiastes 3:1
*
-hola-él
quería llegar con un ramo de rosas blancas, tal vez en un caballo blanco, pero
las cosas estaban pasando tan rápido que solo pudo robar un clavel a una corona
de pésame-cuñada puedes dejarnos solos?
-claro-lucia
parecía entender la situación pero Carla no, se quedo viendo como lucia se iba
con una sonrisa
-y
esa flor?-se meció un poco
-es
para ti-se sentó en el columpio que lucía había desocupado-para agradecerte
-agradecerme?
Qué?-lo miro raro, era más extraño que él estuviera allí, a que ella le sudaran
las manos.
-por
estar en mi vida-se la entrego-por ser… tú
-ok,
y dime, te sientes bien? Porque yo la verdad siento que el mundo se volvió loco
-loco
porque?-se meció un poco, mientras trataba de controlar la risita que le
brotaba, supuso que era una risa nerviosa, o simplemente la felicidad solo
podía escapársele así-yo no creo que el mundo sea loco
-bueno,
sabias que lucía y miguel se van a casar?
-sí,
sabias que, yo acompañe a migue a comprar el anillo?
-no,
sabias que lucía cree que eres un celoso?
-sí,
sabias que lucía me dijo que era un tonto al dejarte ir?
-no,
sabias que lucía piensa que me amas?
-sí,
sabias que miguel piensa que tú me amas?
-no,
sabias que mi papá pensaba que nos casaríamos algún día?-no pudo guardárselo,
su relación se enfocaba en hablar de frente las dudas, y nunca mentirse.
-si-se
detuvo- si lo sabia-la miro y sonrió
-Sabias
que tu mamá me pidió que impidiera tu boda -ahora ella sonreía, le estaba
gustando ese juego- y que me casara contigo?
-no-soltó
un suspiro-sabias que tu papá quería que impidiera tu boda?
-qué?-se
sobre salto, eso si no lo esperaba.
-sí,
sabias que… tu papá sabía que yo te amo?
-me
amas?
-si-la
tomo de las manos, y a pesar de la cara de susto que tenia Carla, la miraba de
manera que ella esperaba que un hombre la mirara algún día- sabias que no me
voy a casar?-siguió con el juego, ya que no sabía cómo decirlo.
-no-y
ahora si sonrió, quito su cara de espanto, y sonrió al ver que ambos ya eran
libres
Roger
se acerco a ella, la miro y cerro sus ojos, quería guardar en su mente todo lo
que pasaba en ese momento, quería recordar todo, el aire, los latidos de sus
corazones, los columpios en los que estaban sentados, el árbol que los
acobijaba… y la sonrisa de Carla.
-
sabias que yo también te amo
Carla
sentía que estaba dormida, que todo era un sueño, que no podía ser posible que Roger
estuviera frente a ella diciéndole que la ama, así libremente, diciendo lo que
ella no creía posible… sonrió y miro esos labios que hacia un tiempo la
llamaban, pensó que ella no debía dar
ese beso, debía recibirlo, allí, debajo del árbol en el que una casita aun
estaba, aquella en la que lo había conocido, debía ser perfecto, el vestido de
negro y claro sus converse, ella con un vestido negro.
Los
grillos se escuchaban, y el cielo oscuro dejaba ver aquellas estrellas, unas luciérnagas
aparecieron, como pequeñas lámparas en aquella magia noche
Estaban
cerca, muy cerca escuchando sus corazones latir, Roger abrió los ojos y no pudo
evitar acariciar el rostro de Carla. Ella salió de su pequeño sueño, dándose
cuenta que no era un sueño, que todo era real…
-Kiss me-cerro los ojos y por fin sintió
eso labios que tanto había esperado…
Y
ahora si podía morir estaban juntos, en aquella noche, bajo la vía láctea, bajo
las estrellas, y las luciérnagas sobre ellos, todo estaba terminando…
O
más bien allí era donde la verdadera historia comenzaba.
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