miércoles, 30 de mayo de 2012

KISS ME: CAPITULO 4 (Y SI LLEGAMOS A LOS 30?)

De pronto nos volvimos extraños, empacamos todo, vendí unos cuantos muebles, era domingo por la mañana, solo faltaba parte de mi cuarto.
El lugar se veía diferente, había cosas que había dejado de ver hacia mucho tiempo.
Ese domingo se me hizo tan particular, estaba sola, en ese hogar casi vacío. Me sentí tan sola! Una foto enorme seguía en la pared,  era una con Roger, hasta esa mudanza me di cuenta que tenia muchísimas fotos con él, pero esa en especial marcaba un día especial, era el ultimo san Valentín que pasamos solteros, ese día hicimos una estúpida promesa, de esas que se hacen cuando tienes 15 años y los 30 se te hacen lejos.
¨si llegamos solteros a los 30 nos casamos¨
Habíamos hecho muchas promesas pero esa fue la más estúpida! Ahora él se va a casar y yo lo iba hacer, entonces teníamos 15 y las cosas eran tan distintas. Entendí lo que Roger me había dicho, que las cosas habían cambiado, que nosotros habíamos cambiado. Ahora las cosas eran tan intolerantes, yo creí estar construyendo un futuro pero ahora parecía estar cavando mi propia tumba!
Como pude arrastre las dos últimas cajas, llegue a la entrada y las subí al coche.
Limpie el lugar y lo deje como lo tenía que dejar.
Subí al coche y conduje hasta la casa de Roger.
Durante el camino pensé, estaba comenzando una nueva vida, una vida que yo no había escogido, que ella me había elegido, yo solo había puesto las cartas en la mesa y la mesa las movía como quería.
Comprendiendo en muchos aspectos que estaba esperando que algo me sucediera, a que yo empezara hacer que pasara.
Entre en la puerta que estaba abierta, escuche la risa de Roger que provenía de la cocina, entre a ella con la caja aun en mis manos.
No estaba solo, estaba con ES… su futura esposa.
-carlita! Querida!-se levanto de la silla y camino hacia mi-bienvenida a nuestra casa!
NUESTRA!?
-gracias-dije-creo?-susurre, pero por la cara que había puesto Roger me había escuchado.
-te ayudo!-se levanto y me ayudo con la caja
Subió a deja la caja en el cuarto, dejándome sola con esa.
-y por cuánto tiempo te quedas?-dijo con la sonrisa hipócrita que ya le conocía
-no lo sé-dije mientras caminaba al refrigerador.
-no es por correrte, pero ya que pronto seré la Sra. González…-seguía mis pasos-tendremos que tener privacidad. Ya sabes, como dice el dicho ese ¨el casado casa quiere¨
-entonces compraran una casa? –Le decía con el mismo tono que ella usaba, uno suave como si lo dijera entre ¨amigas¨-digo porque yo que sepa esta casa es… solo de Roger.
Salí de la cocina hacia la entrada, Roger seguía  bajando unas cajas, le ayude con una y subimos a una de las habitaciones.
-aquí he puesto las que estaban en la sala, y parte de tu habitación, en aquella habitación-me señalo una que esta con la puerta abierta-está tu cama, y las cosas que separamos-termino de explicarme como organizo todo.
Nos entretuvimos un poco con el movimiento de cajas a los cuartos. Me mostro su cuarto, estaba como siempre, uno que otro mueble había cambiado.
-dina tengo hambre.
-y cuando no?-solté la carcajada en torno de burla-vamos abajo.
Bajamos y Liz seguía allí.
No sé que hizo en todo ese tiempo
-rogie! Vamos a comer! si?-hizo un tono de chiqueada y lo abrazo-muero de hambre!
-a donde quieren ir?-pregunto, lanzando su mirada a las dos.
-ro, creo que será mejor que vayan solos ustedes.
Ni muerta iba ir con ella a un lugar público.
-si rogie-me miro con unos ojos de asesina-carlita debe estar cansada, dejémosla descansar
-Carly vamos-la dejo y fue a mi lado-debes salir a distraerte!
-no, vayan, yo me hago algo de comer aquí-dije-aparte no quiero ser mal tercio
Cuando dije lo último, Roger me abrazo de un costado y soltó una pequeña risa, era obvio que había entendido mi situación.
-ok, te veo más tarde
Me dio un beso en la frente Liz estaba que echaba humo del coraje, parecía estar celosa, quería morir de risa pero otro sentimiento me invadió rápido, y este era fuerte, tanto que sentí que mis mejillas arder.
 Afortunadamente Roger ya se había llevado a Liz de la mano, dejándome sola. Me mire en el espejo y confirme mi sensación, mi rubor en las mejillas no era común, no lo tenía que ser.
Revise el refri y repare en la sola que estaba, la calenté y Salí al patio a comer al aire libre.
El día era hermoso! Me alegraba tanto que Roger tuviera un piscina, me senté en una de las sillas reclinables que había, después de comer me quede allí, mirando el agua de la piscina.
Sin mas pudor entre corriendo a la casa, y subí arriba a buscar entre mis cosas un traje de baño.
Me di un clavado y estuve un rato nadando, el sol debía disfrutarse, así que me acosté en la orilla y me puse un bloqueador
-Carla?-escuche mi nombre pero no reconocí la voz-Carla!
Volví a escuchar mi nombre, los rayos del sol hacían imposible que reconociera quien era. Así que me levante, hasta quedar enfrente de la persona que resulto ser, la persona menos esperada
-tía lupita!-le di un abrazo, que no fue correspondido-que hace aquí?-´pregunte
-lo mismo te pregunto, que haces aquí?-parecía enojada, pero solo parecía-y Roger?
-primero: me estoy quedando unos días, en lo que encuentro casa, supongo que mi mama ya le platico -ascendió con la cabeza- segundo: y Roger fue a comer con Liz
-vamos adentro, cúbrete! Antes que mi hijo llegue
Quise reír pero me contuve, entramos y yo subí a ponerme un camisón, cuando baje ya tenía 2 limonadas en la mesa.
-cariño debo confesarte que no me agrada nada esa Liz
-a mi tampoco pero si Roger es feliz…
-no, no, no- me interrumpo. Roger no va hacer con esa oportunista!, es como decir que ese estúpido que te dejo es el amor de tu vida
Me hablaba con su cara seria, no como regaño si no como quien dice, aclarándome el panorama.
-quizás, debemos tropezar de vez en cuando-dije
-Tal vez deberíamos volar, ya que a los pájaros le sale bien, pero los seres  humanos no estamos diseñados para eso-me sonrió-hay cariño… me podrías hacer un favor?
-claro-respondí  apresurada
Mi tía lupita era un amor, claro no éramos familia, pero nos quería así, cuando llegamos a la cuidad fueron los únicos en el vecindario en recibirnos, cuando mis padres salían de viaje, ellos nos acobijaban en su casa, por suerte me quiere, de lo contrario ya me hubiera ahorcado por aprovecharme tanto de su hijo.
Desde luego haría lo que fuera por ella…
-cásate con mi hijo-ahora si sentí la bomba en mi cabeza
Dije que haría todo lo que fuera por mi tía no?, bueno casarme con su hijo no estaba incluido en ¨lo que fuera¨

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